Cuando yo vivía en Surquillo (cerca del óvalo Higuereta), Eduard iba a verme por las tardes. Yo lo esperaba nerviosa pero trataba de disimular, aunque creo que igual se daba cuenta. Era fácil notarlo.
Para vernos, siempre hablábamos en las mañanas por el chat del Facebook y por las tardes - a las 3 ó 4 - nos veíamos.
Pocas veces salimos a dar vueltas por Plaza Vea del óvalo Higuereta. La mayoría de veces nos quedábamos en mi cuarto. Hacía mucho calor como para salir a caminar.