jueves, 4 de febrero de 2016

Magia


Todas las parejas hablan de lo bonito que es estar enamorado, de que su amor sea correspondido y de lo bien que se llevan. Pero algunas de estas, no todas, no valoran el verdadero sentido de estar con esa persona especial. Generalmente las parejas cuando recién empiezan su relación se esfuerzan más por cumplir las expectativas de la otra persona.

Hay algo en particular que le da sentido a la relación, que es el dormir con esa persona, y no hablo de tener relaciones, pues en la cama también puedes amar y sentir miles de cosas con  esa persona sin llegar al sexo. No todas las personas disfrutan dormir con sus parejas sea cual sea el motivo.

En mi caso ver dormir a mi novio es muy especial, es un momento de calma y tranquilidad con él, sin palabras ni nada que malogre ese momento perfecto. Sólo él y yo. Verlo dormir tan tranquilo, vulnerable en mis brazos o echado a mi lado pero siempre cerquita a mí y saber que mi amor es lo único que lo protege,  Es mágico.

Muchas veces me he quedado observándolo y me he quedado recordando las cosas bonitas que viví con él, esa sensación de felicidad que nadie más que yo la puede entender. A mi particularmente me gustaría despertarme con él cada mañana de mi vida, que sea el quien me de los buenos días.

Me encanta también cuando dormimos abrazados o de la mano, el mundo deja de existir y todo deja de tener importancia para ser solo nosotros dos y recordarnos lo enamorados que estamos.


Esta pequeña escena de ver dormir a tu pareja es tan sencilla pero conserva tantas sensaciones y emociones que solo alguien lo podrá descubrir cuando realmente sepa y sienta que las cosas más bellas se sienten con el corazón.  

viernes, 8 de enero de 2016

Desde el principio


Ya sufrimos. Cada uno a su manera. Cada uno con un dolor que el otro no entendería. Decidimos volver, no por resignación o por miedo a estar solos. En mí caso, yo volví porque sentí que estuve a punto de perderla definitivamente. Ese miedo a no verla ni sentirla nunca más me hizo sufrir en soledad y entendí que debía construir todo de nuevo. Desde el principio. Cultivar nuevamente nuestro sentimiento y si es posible hacerlo gigante, fuerte, sin miedos ni nada que lo perjudique a futuro.